domingo, 12 de enero de 2014

Nuestro reto



Para muchos no es un secreto el hecho de que en Colombia apenas se están dando los primeros pasos con los movimientos Neo-paganos, en estas primeras etapas es mucho más simple notar lo que falta que lo que hay, claro, una critica constructiva siempre es bien recibida, ayuda en el proceso de formación, el problema es que el ambiente tiende a atiborrarse de más personas que lanzan criticas al aire que de personas que se lanzan al aire a construir un movimiento espiritualmente solido. 

Durante los primeros años en el Oficio todo gira en torno a aprender, a cómo hacer esto o aquello, informarse sobre la historia, el folclore y los demás aspectos de nuestro Arte, sin embargo llega un momento, un punto crucial en el camino/búsqueda en el cual los intereses se amplían, el llamado de los Antiguos resuena en otro lugar, un punto en donde a pesar de continuar con aquella necesidad insaciable de aprender y perfeccionarse en nuestro Oficio, se despierta una nueva inquietud, esta gira en torno a una pregunta, "¿qué pasara con lo aprendido?", es aquí donde se comprende que la transmisión del conocimiento, el paso de la antorcha, es algo vital, esto no solo permite que el conocimiento perdure sino que además brinda la posibilidad de que a través de los otros, los hermanos de sangre, crezca y se nutra cada vez más, esto es parte de nuestro reto, generar espacios de diálogo, discusión y aprendizaje, encuentros, festivales, ritos abiertos, etc... Todo esto hace parte importante del trabajo en pro de la consolidación y el reconocimiento de nuestras prácticas espirituales, sin embargo esto en si mismo conlleva sus propios retos, en Colombia quizás uno de los más llamativos es aquel que se refiere a la falta de interés, si, ya que a pesar de los incontables mensajes en los foros de las redes sociales donde se piden eventos, talleres y demás actividades en las diversas zonas del país al momento de realizar dichas actividades el número de participantes no es ni la mitad del número de mensajes que se leen en la red, es triste, claro, sin embargo creo profundamente que este no es más que un motivo para alentar a los interesados en las espiritualidades centradas en la tierra a aprovechar los espacios que día a día se crean con mucho esfuerzo, a no negar en sus vidas la experiencia de escuchar a otros, de hablar con otras personas que comparten sus intereses, a aprender de otros, a ser escuchados, nuestro camino requiere salir de nuestras "zonas de confort", no se nieguen a la experiencia espiritual en sus vidas.

Esta también creo, es una buena oportunidad para alentar a aquellas personas que han escuchado en este tipo de activismo el llamado de los Antiguos, en las cuales recae este reto, el de gestar este tipo de espacio y trabajar activamente por nuestra comunidad, la tarea no es sencilla, en el caso de aquellos activistas que toman las riendas se ponen en la dificultosa situación de no solo proyectar magia hacia dentro, sino también hacia fuera, de hacer tiempo en sus agendas para trabajar, organizar, coordinar personas, horarios, actividades etc... Sin embargo, y a pesar de lo abrumador que pueda oírse todo esto, solo puedo decir que al final vale la pena, el sentimiento que queda tras haber realizado un rito abierto, o de haber gestado un evento que de un modo u otro dejo una marca profunda en la vida espiritual de alguien resulta ser la recompensa más grande, aquella que deja en nosotros el sentimiento de haber cumplido con aquellos que los Antiguos querían, así que ¡adelante!

1 comentarios:

Unknown dijo...

Me ha gustado mucho el comentario y sobre todo, hacia el sacrificio (de tiempo, espacio y esfuerzo) que hacen muchos compañeros de senda...Hermanos.

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